AL DÍA CON LA ECONOMÍA

La destrucción de empleo afecta más a los españoles que a los inmigrantes así concluye el último indicador laboral realizado pos IESE (escuela de negocios) y ADECCO (empresa de trabajo tamporal).

El informe indica que hay 297.600 españoles menos con empleo que hace un año, frente a 133.000 ciudadanos extranjeros más. A pesar de esta uno de cada cuatro parados en España es inmigrante y el número de parados extranjeros ha crecido en términos interanuales más que el de los españoles. Esta contradicción se explica porque ha aumentado el número de extranjeros que inician la búsqueda de empleo, que en los últimos doce meses fueron 387.900, de los cuales 133.300 lo consiguieron. Por el contrario los españoles que se intentaron incorporar fueron 254.700 y nimguno de ellos consiguió empleo. Lo mismo ocurre con la evolución de los autónomos que mientras la afiliación general cae en 48.821 entre enereo y octubre, la de extranjeros sube en 8.815. Además este informe vaticina que se llegará a una tasa de paro del 13,1% para el primer trimestre del 2009, volviendo a superar los 3 millones.

Con estos datos en la mano se establece una tendencia a que los inmigrantes se están movilizando con mayor fuerza frente a la crisis y buscan empleo de manera más activa que los españoles, porque desean quedarse en España, que aunque esté en crisis probablemente la situación sea mejor que en sus países de origen. Esto supone además que la competencia extranjera se está recrudeciendo porque: de los inmigrantes que buscan trabajao un tercio lo encuentran, sin embargo los españoles no encontramos trabajo. Posiblemente sea por el diferencial de salarios que exige un inmigrante frente a un español, o por otras causas como que los españoles hay trabajos que no desean realizar, pero los datos son los datos y esto implica que el panorama se está volviendo más difícil y en epocas de crisis quizá haya que tragarse un poco el orgullo e intentar volverse más competente en un mercado de trabajo cada día más complicado. Además los salario nunca tienden a la baja, es decir, a nadie le gusta ganar menos de lo que ha ganado y como los inmigrantes suelen ganar menos que los trabajdores españoles, esta diferencia les permite en que épocas de crisis y las empresas no estén por la labor de aumentar el salario a sus trabajdores les de una ventaja, frente a los españoles. Pero no solo eso, puede que los inmigrantes tengan mayor predisposición a trabajar como muestran los datos del aumento de autónomos extranjeros.

En definitiva, tengo que ponerme las pilas y volverme mucho más productivo, porque si las empresas notan que aunque yo exija un salario más alto van a recibir más de mí, que si contratan a un inmigrante que "les salga más barato", puede que se decanten por mi elección. No hay que exarle las culpas a los inmigrantes de todo, simplemente hay que movilizarse para ofrecer mejores ofertas que los demás, sean del lugar que sean, porque si eres bueno te contratan en cualquier sitio.

Firma: Pedro Requena Paños

Fuente: El Economista